Primera lectura: Ecl 3,1-11:
Todas las tareas tienen su momento
Salmo: 144:
“Bendito el Señor, mi Roca”
Evangelio: Lc 9,18-22:
“Ustedes ¿quién dicen que soy yo?”
25ª Semana Ordinario San Vicente de Paúl (1660)
19 Contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha surgido un profeta de los antiguos.
20 Les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Respondió Pedro: Tú eres el Mesías de Dios.
21 Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
22 Y añadió: El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, tiene que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Suele afirmarse que saber quién es Jesús es fundamental para seguirlo dándonos la oportunidad continua de renovar nuestro vínculo con él y el proyecto de su Reino. Peo no todos los que seguían a Jesús parecían tener claro quién era este profeta del camino. Sólo quienes compartían el día a día con él llegaban a una respuesta certera ?Jesús es el Mesías esperado?sin que esto signifique para ellos aceptar radicalmente su causa. Podemos afirmar que la respuesta de Pedro es una expresión de fe. Revelando Jesús su identidad, su misión y lo que le depara, manifiesta la magnitud de la causa que abrazan, siendo Pedro el que se anima a una confesión de fe. Cuando decimos que el tiempo es sabio aludimos que da lugar al discernimiento que nos lleva a purificar las muchas falsas imágenes de Dios, de Iglesia y de comunidad que nos hacemos. Sólo así podremos alcanzar la conversión pastoral que nace de un estar con Jesús y de realizar el estilo de comunidad que él quería.
“¿No necesitamos muchos cambiar y purificar nuestra imagen de Jesu´s, para descubrir con gozo la grandeza de la fe que llevamos en el corazo´n?” (J. Pagola).
