Primera lectura: Eclo 48,1-4.9-11:
Elías volverá
Salmo: 80:
“Oh Dios, restáuranos; que brille tu rostro y nos salve”
Evangelio: Mt 17,10-13:
Elías ya ha venido, y no lo reconocieron
2ª Semana de Adviento San Juan de la Cruz (1591)
11 Jesús respondió: Elías tiene que venir a restablecer nuevamente el orden de todas las cosas.
12 Pero les aseguro que Elías ya vino, no lo reconocieron y lo maltrataron. Del mismo modo el Hijo del Hombre va a sufrir a manos de ellos.
13 Entonces comprendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Nuestra historia latinoamericana sigue contando con profetas al estilo de Elías y Juan el Bautista. Hombres y mujeres de movimientos campesinos que, sufriendo en carne propia la marginación y el despojo, se transforman en voz del Dios que, desde siempre, se con-mueve entrañablemente por la vida de sus empobrecidos. Se trata de alzarse e ir a contracorriente de un sistema productor de miseria que vuelve a al pueblo dependiente, haciéndole creer que no hay alternativas y que su sacrificio es necesario para el sostenimiento del engranaje social. Lo malo de esta nuestra realidad es que también continuamos engrosando la lista de mártires que derraman su sangre por sumarse a las causas que claman justicia. Su sangre debería remover también nuestras entrañas e impulsar a las comunidades de fe a cuestionar la participación tantas veces ingenua de ese andamiaje social, político y económico que no genera cambio alguno y, más bien, lo fortalece. Es importante ir tras la búsqueda de estilos de vida alternativos que generen vida y oportunidades para las personas menos favorecidas.
“En la búsqueda de felicidad para todos, Jesús no se detiene ni ante su propio sufrimiento” (J. Pagola).