15 de Agosto del 2024

19ª Semana Ordinario Asunción de la Virgen María

 

39 En aquel tiempo María se levantó y se dirigió apresuradamente a la serranía, a un pueblo de Judea.
40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel, llena de Espíritu Santo,
42 exclamó con voz fuerte: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre.
45 ¡Dichosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció. 46María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor,
47 mi espíritu festeja a Dios mi salvador,
48 porque se ha fijado en la humillación de su esclava y en adelante me felicitarán todas las generaciones.
49 Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí, su nombre es santo.
50 Su misericordia con sus fieles se extiende de generación en generación.
51 Despliega la fuerza de su brazo, dispersa a los soberbios en sus planes,
52 derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes,
53 colma de bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos.
54 Socorre a Israel, su siervo, recordando la lealtad,
55 prometida a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
56 María se quedó con ella tres meses y después se volvió a casa.

 

 

 

Comentario 

 

La liturgia de la Asunción de María nos ofrece dos narrativas: la apocalíptica, que nos presenta esa lucha de la mujer a punto de dar a luz, la Iglesia y el dragón, como misterio de iniquidad que quiere destruir el nacimiento de la vida, y el relato de Lucas que nos narra una historia, al parecer muy pequeña: el viaje de una jovencita embarazada visitando a una prima suya también embarazada. Vemos a María como la mejor reportera de buenas noticias que camina, como una procesión del Corpus, embarazada del mismo Dios; va a comprometerse con la vida de su prima. María, así te celebramos, en lo pequeño de una historia cotidiana y como participante del proyecto vencedor del mal y de la muerte. Eres para toda comunidad creyente mujer asunta por el misterio de tu sí generoso a Dios. Sigues presente en esta etapa que nos toca vivir de la historia humana. Como Madre, no dejes de animarnos a luchar en favor de la vida, de todas las vidas.

“María irradia la Buena Noticia de Jesús, el Cristo, al que siempre lleva consigo. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa” (J. Pagola).