Primera lectura: 1Cor 15,1-8:
El Señor se apareció a Santiago, después a todos los apóstoles
Salmo: 19:
A toda la tierra alcanza su pregón
Evangelio: Jn 14,6-14:
“Tanto tiempo con ustedes, ¿y no me conocen?”
5ª Semana de Pascua Santos Felipe y Santiago, apóstoles (s. I) Exaltación de la Cruz (algunos países)
7 Si me conocieran a mí, conocerían también al Padre. En realidad, ya lo conocen y lo han visto.
8 Le dijo Felipe: Señor, enséñanos al Padre y nos basta.
9 Le respondió Jesús: Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes ¿y todavía no me conocen? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre: ¿cómo pides que te enseñe al Padre?
10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo les digo no las digo por mi cuenta; el Padre que está en mí es el que hace las obras.
11 Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, créanlo por las mismas obras.
12 Les aseguro: quien cree en mí hará las obras que yo hago, e incluso otras mayores, porque yo voy al Padre;
13 y yo haré todo lo que pidan en mi nombre, para que por el Hijo se manifieste la gloria del Padre.
14 Si ustedes piden algo en mi nombre, yo lo haré.
En el mundo la instauración de la justicia y de la paz parece algo inalcanzable, porque vemos cómo va ganando terreno el engaño, la mentira y la corrupción. La codicia va generando más empobrecidos. Parece no estremecernos la voz de Jesús que grita fuerte que él es el Camino, la Verdad y la Vida. Cada vez somos menos los que nos tomamos en serio la Buena Noticia de Jesús que busca el reordenamiento del mundo no según intereses egoístas sino pensando en el plan original de Dios. Jesús se extraña del pedido de Felipe –«enséñanos al Padre»– lo que da a entender que los mismos discípulos no han comprendido la causa por la que Jesús está dispuesto a entregar la vida. Hoy nos vuelve a invitar a creer en su Palabra, a ver su obra redentora y a participar de su plan amoroso dejándonos guiar y conducir por él y no sólo por pasiones efímeras. En nuestra vida personal y comunitaria: ¿Qué cosas realmente realizamos en nombre de Jesús?
“¿No tenemos otro objetivo sino producir cada vez más, disfrutar cada vez mejor lo producido y consumir más y más, hasta ser consumidos por nuestra propia caducidad?” (J. Pagola).