Primera lectura: Tit 1,1-9:
Establece presbíteros, siguiendo mis instrucciones
Salmo: 24:
Estos son los que buscan al Señor
Evangelio: Lc 17,1-6:
Si siete veces vuelve a decirte: “Lo siento”, perdónalo
32ª Semana Ordinario San Martín de Tours (397)
2 Más le valdría que le ataran en el cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
3 Estén en guardia: si tu hermano peca, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo.
4 Si siete veces al día te ofende y siete veces vuelve a ti diciendo que se arrepiente, perdónalo. 5 Los apóstoles dijeron al Señor: Auméntanos la fe.
6 El Señor dijo: Si tuvieran fe como una semilla de mostaza, dirían a esta morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y les obedecería.
Jesús continúa instruyendo a sus discípulos y discípulas. El pasaje se divide en tres partes: 1. Los escándalos a los pequeños; 2. El perdón a los hermanos y 3. La petición de los discípulos. Queda claro que Jesús se decide por los pequeños, los humildes, los débiles. Aquí se trata de salir en defensa de los más vulnerables. Jesús es claro, no cabe duda: son los pobres y débiles sus predilectos. En segundo lugar, Jesús invita al perdón siempre, en todo momento. Solo el perdón y la reconciliación entre los hermanos podrá exterminar la espiral de violencia que caracteriza nuestro mundo presente. Ante la petición de los discípulos sobre el “aumento” de la fe, Jesús les hace caer en cuenta de que la fe no se mide por cantidades sino por la absoluta confianza en el amor y el poder de Dios. La fe capacita al creyente para enfrentar las dificultades con entereza y sabiduría. ¿Son los pequeños, los débiles, los humildes, los sujetos preferenciales de la acción pastoral en tu comunidad eclesial?
“La verdadera ascesis y la sana mortificación, orientada a dar muerte al pecado y a cuanto él genera de sufrimiento e infelicidad necesaria” (J. Pagola).