Primera lectura: Ef 2,19-22:
Están edificados sobre el cimiento de los apóstoles
Salmo: 117:
Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio
Evangelio: Jn 20,24-29:
“¡Señor mío y Dios mío!”
13ª Semana Ordinario Tomás, apóstol (s. I)
25 Los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Él replicó: Si no veo en sus manos la marca de los clavos, si no meto el dedo en el lugar de los clavos, y la mano por su costado, no creeré.
26 A los ocho días estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa y Tomás con ellos. Se presentó Jesús a pesar de estar las puertas cerradas, se colocó en medio y les dijo: La paz esté con ustedes.
27 Después dice a Tomás: Mira mis manos y toca mis heridas; extiende tu mano y palpa mi costado, en adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe.
28 Le contestó Tomás: Señor mío y Dios mío.
29 Le dice Jesús: Porque me has visto, has creído; felices los que crean sin haber visto.
En la fiesta del apóstol Tomás, el texto es una invitación a dar testimonio de la resurrección del Señor para que otros crean. Ser mediadores o instrumentos del amor y la misericordia de Dios que permiten renacer, tiene valor para el Reino y también para cada persona que se convierte en referente para los demás. Y de esto está cada vez más necesitada la Iglesia: de personas que hagan creíble la fe en el Evangelio de Jesús. Tomás representa a las nuevas generaciones de creyentes que deben confiar en el testimonio apostólico, pero que se encuentran con muchas dudas y necesitan comprobar por sí mismas que Jesús está vivo. Jesús se aparece ante él para hacerle ver su falta de fe. La fe en Jesús resucitado implica creer en un Jesús que padeció sufrimiento y muerte en la cruz. Por eso sus marcas siguen vigentes en su cuerpo resucitado. La confesión de Tomás deja constancia de aquellos que llegarán a la fe en Jesús sin haber tenido contacto con él. ¿Valoramos el testimonio apostólico de los que nos precedieron en la fe?
“Necesitamos confiar y aprender a reconocerlo junto a nosotros en medio de las crisis, peligros y dificultades” (J. Pagola).