Primera lectura: Ef 3,2-12:
El misterio de Cristo ha sido revelado
Salmo: Interleccional Is 12:
Sacarán agua con gozo de las fuentes del Salvador
Evangelio: Lc 12,39-48:
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá
29ª Semana Ordinario San Juan Capistrano (1456) San Antonio Galvao (1822)
40 Ustedes también estén preparados, porque cuando menos lo piensen llegará el Hijo del Hombre.
41 Pedro le preguntó: Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?
42 El Señor contestó: ¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su personal, para que les reparta las raciones de comida a su tiempo?
43 Dichoso aquel sirviente a quien su señor, al llegar, lo encuentre actuando así.
44 Les aseguro que le encomendará administrar todos sus bienes.
45 Pero si aquel sirviente, pensando que su señor tarda en llegar, se pone a pegar a los muchachos y muchachas, a comer y beber y emborracharse,
46 llegará el señor de aquel sirviente el día y la hora menos esperados, lo castigará y lo tratará como a los traidores.
47 Aquel sirviente que, conociendo la voluntad de su señor, no prepara las cosas ni cumple lo mandado, recibirá un castigo severo;
48 pero aquel que sin saberlo, cometa acciones dignas de castigo, será castigado con menos severidad. A quien mucho se le dio mucho se le pedirá; a quien mucho se le confió mucho más se le exigirá.
El evangelio de hoy continúa profundizando en el tema de la vigilancia y la espera. Ahora se centra en el tema de la responsabilidad y la violencia. Parece que Jesús se dirige hacia las personas que tienen cargos de coordinación, animación o dirección de la comunidad, ya sea una comunidad eclesial, civil o familiar. Llama la atención el aprovechamiento de los puestos de coordinación o dirección para sacar provecho propio. Tristemente, esta realidad se puede constatar en nuestro ambiente social y religioso. Dictaduras, tiranías disfrazada de democracia y populismos, oprimen y reprimen a los ciudadanos, especialmente los más débiles. También al interior de las iglesias suceden casos similares. Líderes religiosos (presbíteros, obispos, pastores) que se aprovechan del ministerio encomendado para sacar beneficios aún a costa de los miembros de sus comunidades. Incluso en el ámbito familiar hoy se sigue constatando el maltrato infantil, los femicidios y otras formas de esclavitud patriarcalista y machista. ¿Cómo se ejerce el liderazgo y la animación en tu comunidad o tu familia?
“Vivimos en una sociedad hedonista que de muchas formas nos invita a buscar la felicidad en el máximo placer y en el mínimo sufrimiento” (J. Pagola).