Primera lectura: Hch 12,1-11:
“El Señor me ha librado de las manos de Herodes”
Salmo: 34:
El ángel del Señor librará a los que temen a Dios
Segunda lectura: 2Tim 4,6-8.17-18:
“Ahora me aguarda la corona merecida”
Evangelio: Mt 16,13-19:
“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos”
12ª Semana Ordinario Pedro y Pablo, apóstoles (s. I)
14 Ellos contestaron: Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; otros, Jeremías o algún otro profeta.
15 Él les dijo: Y ustedes, ¿quién dicen que soy?
16 Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
17 Jesús le dijo: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre del cielo!
18 Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá.
19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Cesarea de Filipo es el escenario que sirve a Jesús para hacer una importante declaración sobre la identidad y misión de la Iglesia. Esta ciudad estaba en las laderas del monte Hermón, lugar donde había un santuario al dios pan. En tiempos de los cananeos y en el Antiguo Testamento esa ciudad se llamaba Basán y era conocida como la entrada al inframundo o morada de los muertos a quienes rendían culto. Pedro reconoce a Jesús como Mesías, Hijo de Dios delante de un santuario pagano. Y Jesús reconoce a Pedro como piedra de base de la Iglesia que se enfrentará a todos los reinos de muerte. Reconozcamos estas características de la fe que heredamos y agradezcamos que seguimos a un Dios que nos quiere vivos y felices, no esclavos ni muertos. Abracemos el liderazgo que comporta nuestro bautismo para también heredar a las nuevas y futuras generaciones la fe en Jesús que les permita desarrollarse plenamente y en libertad. ¿Nuestra fe cristiana nos ayuda a luchar contra todo mal e injusticia en la sociedad?
“Jesús siempre desconcierta a quien se acerca a él con postura abierta y sincera” (J. Pagola).