Primera lectura: 2Re 22,8-13; 23,1-3:
El rey leyó el libro y selló ante el Señor la alianza
Salmo: 119:
“Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes”
Evangelio: Mt 7,15-20:
Por sus frutos los conocerán
12ª Semana Ordinario San José María Robles (1927)
16 Por sus frutos los reconocerán. ¿Se cosechan uvas de los espinos o higos de los cardos?
17 Un árbol sano da frutos buenos, un árbol enfermo da frutos malos.
18 Un árbol sano no puede dar frutos malos ni un árbol enfermo puede dar frutos buenos.
19 El árbol que no dé frutos buenos será cortado y echado al fuego.
20 Así pues, por sus frutos los reconocerán.
Jesús usa un lenguaje que recuerda a las denuncias proféticas en contra de los falsos profetas (cf. Jer 14,14, 23,16, 17; Miq 2,11), con disfraz de oveja (cf. Zac 13,4) pero en realidad son como lobos rapaces (Ez 22,27). Los falsos profetas son los que desvirtúan el mensaje de Jesús y enseñan que no deben hacerle caso al anuncio de la Buena Noticia, oponiéndose al estilo comunitario del Reino. Esta es una referencia a los fariseos y autoridades religiosas judías que rechazaron el evangelio de Jesús y algunos maestros cristianos que tergiversaron sus enseñanzas para su propia conveniencia. A partir de las imágenes tomadas de la agricultura, Jesús enseña que los cristianos se han de caracterizar por sus buenas obras, recordándoles que se ha de cuidar el árbol de raíz para que crezca robusto y dé buenos frutos. Hay una invitación nuevamente al fomento de la espiritualidad del cuidado personal y comunitario, para que no llegue el tiempo de los lamentos o remordimientos. Que nuestras comunidades se mantengan fieles al mensaje de Jesús.
“Todos podrán ver que la vida de quienes buscan el reino de Dios se sostiene en la mutua acogida y en la solicitud del Padre” (J. Pagola).