Primera lectura: Hch 20,28-38:
Cuiden del rebaño que el Espíritu Santo les ha encomendado
Salmo: 68:
“Reyes de la tierra, canten a Dios”
Evangelio: Jn 17,11b-19:
“Que sean uno, como nosotros somos uno”
7ª Semana de Pascua San Isidro Labrador (1130)
12 Mientras estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste; los custodié, y no se perdió ninguno de ellos; excepto el destinado a la perdición, para cumplimiento de la Escritura.
13 Ahora voy hacia ti; y les digo esto mientras estoy en el mundo para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.
14 Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió, porque no son del mundo, igual que yo no soy del mundo.
15 No pido que los saques del mundo, sino que los libres del Maligno.
16 No son del mundo, igual que yo no soy del mundo.
17 Conságralos con la verdad: tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al mundo, yo los envié al mundo.
El término «mundo» en el evangelio de Juan refiere a las estructuras que se oponen a la construcción del reino de Dios y por eso odia a quienes no siguen sus criterios. Es alentador conocer a personas que sabiamente descubren modos alternativos de vivir, más saludables, justas y ecológicas. Si Jesús ora por la comunidad discipular y por la continuación de su proyecto, es porque sabe del poder del mal. En esta semana de la Ascensión del Señor, es bueno evaluar nuestra disposición para el silencio y la oración como medios para el fortalecimiento de nuestra espiritualidad. Una espiritualidad que el mismo Jesús señala que no nos saca o hace huir del mundo sino que nos compromete a tomar distancia de lo que no edifica la vida. Dios invita e impulsa a las comunidades cristianas a no ser indiferentes ni cómplices con su silencio sino a denunciar lo que está mal y a proponer nuevos caminos que construyan vida nueva. ¿Qué verdad estás llamado a descubrir en un mundo que nos enferma y esclaviza?
“La única forma de vivir en proceso de conversión permanente es que las comunidades cristianas y cada uno de los creyentes nos atrevamos a vivir más abiertos al Espíritu de Jesús” (J. Pagola).
