Primera lectura: Hch 16,22-34:
Cree en el Señor y te salvarás
Salmo: 138:
“Señor, tu derecha me salva”
Evangelio: Jn 16,5-11:
“Si no me voy, no vendrá el Defensor”
6ª Semana de Pascua Santa María de San José (1967)
6 Lo que les he dicho los ha llenado de tristeza;
7 pero les digo la verdad: les conviene que yo me vaya. Si no me voy, no vendrá a ustedes el Defensor, pero si me voy, lo enviaré a ustedes.
8 Cuando él venga, convencerá al mundo de un pecado, de una justicia, y de una sentencia:
9 el pecado, que no han creído en mí;
10 la justicia, que yo voy al Padre y no me verán más;
11 la sentencia, que el príncipe de este mundo ya ha sido condenado.
El proyecto de Jesús, como todo proceso de liberación, genera incomodidad y persecución llegando a causar la muerte de sus líderes. En el evangelio de hoy nos encontramos con el anuncio de la partida inminente de Jesús, que se convierte en una víctima inevitable del sistema. Seguimos viviendo estilos de vida aparentemente confortable a expensas de la muerte de inocentes y esto debe llevar, particularmente a las comunidades creyentes, a pensar bien si no estarán contribuyendo a perpetuar sistemas productores de miseria o muerte. Está claro que Jesús deja una enseñanza a partir de tres palabras claves: «pecado, justicia, sentencia». No quiere que su muerte sea en vano, como tampoco lo han de ser las muertes injustas de nuestro tiempo. En el reconocimiento de los pecados estructurales y la búsqueda incansable de justicia debemos continuar sentenciando que es posible vivir de otra manera: con menos ambición, egoísmo e indiferencia. Pidamos Espíritu Santo para llevar una vida más sencilla y siempre dispuesta a compartir en solidaridad.
“No son pocos los que, sin saberlo, andan buscando a Dios: necesitan encontrar un sentido nuevo a su vida, una fuente para actuar de manera responsable y una esperanza última” (J. Pagola).