Primera lectura: Hch 16,1-10:
Ven a Macedonia y ayúdanos
Salmo: 100:
Aclama al Señor, tierra entera
Evangelio: Jn 15,18-21:
Yo los he escogido
5ª Semana de Pascua San Carlos Rodríguez (1963)
19 Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero, como no son del mundo, sino que yo los elegí sacándolos del mundo, por eso el mundo los odia.
20 Recuerden lo que les dije: Un sirviente no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; si cumplieron mi palabra, también cumplirán la de ustedes.
21 Los tratarán así a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».
Este tiempo pascual es propicio para unir la Pasión de nuestro Señor Jesucristo con la de cientos de mártires que han ofrendado su vida a lo largo de la historia de la Iglesia. Hombres y mujeres que, apasionados por la causa de Jesús, participaron en procesos eclesiales de base, en la defensa de los bienes naturales, de los derechos humanos, en procesos de justicia y paz. Las acciones liberadoras de la Buena Noticia de Jesús se tornan incómodas, porque desajustan muchos planes e intereses egoístas. Por ello se adelanta a advertirle a la comunidad discipular que recuerden que no deben vivir regidos por los criterios del mundo, ya que han sido elegidos para una misión transformadora en nombre de Dios. ¿Qué tan conscientes llegamos a ser de la condición profética de nuestra consagración bautismal? Lo más preocupante es que le huyamos al conflicto y creamos que la vida siempre tiene que estar llena de éxito o de imperturbabilidad. La vida vale cuando se entrega y no esperamos ser aplaudidos por ello.
“Recuérdanos el proyecto humanizador del Padre que sólo quiere construir con nosotros una familia donde reinen cada vez más la justicia, la igualdad y la solidaridad” (J. Pagola)