Primera lectura: Jer 15,10.16-21:
¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga? Si vuelves, estarás en mi presencia
Salmo: 59:
Dios es mi refugio en el peligro
Evangelio: Mt 13,44-46:
Vende todo lo que tiene y compra el campo
17ª Semana Ordinario San Ignacio de Loyola (1556)
45 El reino de los cielos se parece a un comerciante de perlas finas:
46 al descubrir una de gran valor, va, vende todas sus posesiones y la compra.
Estas dos parábolas nos comunican que, en la historia humana, existe un tesoro escondido y que algunos lo encuentran y se llenan de gozo por el hallazgo. Ese tesoro es la agenda que lleva Dios entre manos y que Jesús llama «Reino de los cielos». En la Parábola del tesoro escondido en el campo, algunos lo encuentran aún sin buscarlo, por pura gracia. En la Parábola de la perla se nos invita a buscarlo, a ser buscadores de la perla del Reino siguiendo aquella recomendación del mismo Jesús: «busquen primero el reino de Dios y su justicia». Al encontrar el tesoro, en las dos parábolas Jesús usa el lenguaje económico de comprar y vender. Nos está diciendo que debemos cambiar la clave total de nuestra existencia al encontrarlo. Hay que despojarse de todo –el dinero, la carrera universitaria, la casa, la familia–; es decir, hay que ponerlo en relación con el tesoro encontrado que es el reino de Dios. El que buscara el Reino en nuestras comunidades, ¿podría encontrarlo?
“Si no seguimos a Jesús trabajando por un mundo más humano, ¿Cómo vamos a entender sus parábolas?” (J. Pagola).