Primera lectura: Eclo 48,1-15:
Elías fue arrebatado, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu
Salmo: 97:
Alégrense, justos, con el Señor
Evangelio: Mt 6,7-15:
“Ustedes oren así”
11ª Semana Ordinario San Silverio (537)
8 No los imiten, pues el Padre de ustedes sabe lo que necesitan antes de que se lo pidan.
9 Ustedes oren así: ¡Padre nuestro que estás en el cielo! Santificado sea tu Nombre,
10 venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo;
11 danos hoy nuestro pan de cada día,
12 perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
13 no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
14 Pues si perdonan a los demás las ofensas, su Padre del cielo los perdonará a ustedes,
15 pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
El pasaje tiene una introducción que es un consejo sobre como orar, la oración de petición debe ser sobria, sin palabrerías. La referencia a la oración de los paganos se debe a que las oraciones grecorromanas consistían en una serie de repeticiones para insistir a los dioses hasta que les hagan algún favor. El padrenuestro consta de 7 peticiones y tiene una estructura concéntrica, tiene las características de la poesía hebrea, el primer y segundo verso guardan una relación de complementariedad. Las peticiones se entienden leyendo entre pares extremos, oramos para que venga el Reino del Padre por eso se pide no caer en tentación y que nos libre del mal para formar parte del Reino. Oramos para que se haga la voluntad de Dios en la tierra, pidiéndole se concreta en perdón que él nos da y en el perdón al prójimo. Esto hace que la petición central y más importante sea la petición del pan cotidiano. ¿Te esfuerzas por descubrir la voluntad de Dios, compartes el pan cotidiano y prodigas el perdón?
“Solo tú puedes cambiar las cosas de una vez por todas, manifestándote como Padre de todos y transformando la vida para siempre” (J. Pagola).