Primera lectura: 2Re 2,1.6-14:
Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo
Salmo: 31:
Sean fuertes y valientes de corazón
Evangelio: Mt 6,1-6.16-18:
“Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”
11ª Semana Ordinario San Romualdo (1027)
2 Cuando des limosna no hagas tocar la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que los alabe la gente. Les aseguro que ya han recibido su paga. 3Cuando tú hagas limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
4 de ese modo tu limosna quedará escondida, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
5 Cuando ustedes oren no hagan como los hipócritas, que gustan rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse a la gente. Les aseguro que ya han recibido su paga.
6 Cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
16 Cuando ustedes ayunen no pongan cara triste como los hipócritas, que desfiguran la cara para hacer ver a la gente que ayunan. Les aseguro que ya han recibido su paga.
17 Cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara,
18 de modo que tu ayuno no lo vean los demás, sino tu Padre, que está escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Jesús trata sobre tres aspectos fundamentales de la piedad judía, la limosna, la oración y el ayuno. Si solo se realizan para conseguir la alabanza de los demás, el Padre no dará su recompensa en el Cielo. No solamente cuenta el acto sino la intención. Dar limosna, orar y ayunar en lo secreto es una forma de comprender la espiritualidad y mística de Jesús que nos propone una relación íntima con Dios, pero sin excluir el amor al prójimo, por eso se refiere a la limosna, que proviene del griego eleemosýne que se traduce por misericordia. Todas las prácticas religiosas han de purificarse para llegar a ser verdadera manifestación del amor de Dios e impulso para la entrega de la vida. A Dios no le agrada el sacrificio externo y menos cuando lo realizamos para obtener algo a cambio; Él quiere que seamos capaces de doblegar el corazón con docilidad y siendo generosos para no dejar que nos domine el egoísmo. ¿Nuestras manifestaciones de piedad y caridad son expresiones auténticas del amor cristiano?
“Está germinando ya un mundo nuevo, pero solo en el futuro alcanzará su plena realización” (J. Pagola).