Primera lectura: Os 11,1-4.8c-9:
“Cuándo Israel era niño, lo amé”
Salmo: 80:
“Que brille tu rostro, Señor, y nos salve”
Evangelio: Mt 10,7-15:
Lo que recibieron gratis, denlo gratis
14ª Semana Ordinario San Benito (517)
8 Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios. Gratuitamente han recibido, gratuitamente deben dar.
9 No lleven en el cinturón oro ni plata ni cobre,
10 ni provisiones para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bastón. Que el trabajador tiene derecho a su sustento.
11 Cuando entren en una ciudad o pueblo, pregunten por alguna persona respetable y quédense en su casa hasta que se vayan.
12 Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz;
13 si la casa lo merece, entrará en ella la paz; si no la merece, esa paz retornará a ustedes.
14 Si alguien no los recibe ni escucha el mensaje de ustedes, al salir de aquella casa o ciudad, sacúdanse el polvo de los pies.
15 Les aseguro que el día del juicio Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que aquella ciudad.
Jesús traza en este texto la metodología del apóstol mensajero de la Buena Noticia. Podemos afirmar que el método evangelizador que propone Jesús se identifica con el contenido de la misión. Por el camino deben llevar ya la novedad del Anuncio. Ser testigos de una alternativa comunitaria de vida. El camino es esa experiencia itinerante y de misión compartida que experimenta la comunidad discipular. No enseñan una doctrina sino una nueva manera de vivir. Anuncian el Reino que también proclamó Juan el Bautista (Mt 3,2), esta sociedad de Dios con una agenda secreta de justicia y paz llevada entremanos por el Padre Dios. La comunidad vive en armonía con toda persona y con la madre tierra. Por eso deben caminar ligeros de equipaje, prescindir del dinero e ir abiertos a la confianza en Dios proclamando que el don de Dios no se compra con dinero (Hch 8,20). Que Dios rechaza la economía que mata y las ideologías que usan y descartan a los seres humanos. El mensajero debe llevar como único equipaje la Palabra de Dios.
“En las parroquias y comunidades hemos de recuperar la llamada de Jesús a abrir caminos al reino de Dios en la vida” (J. Pagola).