Primera lectura: Os 10,1-3.7-8.12:
Es tiempo de consultar al Señor
Salmo: 105:
Busquen continuamente el rostro del Señor
Evangelio: Mt 10,1-7:
Vayan a las ovejas de Israel
14ª Semana Ordinario San Cristobal (s. III)
2 Éstos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, de sobrenombre Pedro, y Andrés su hermano; Santiago de Zebedeo y su hermano Juan;
3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago de Alfeo y Tadeo;
4 Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que también le traicionó.
5 A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: No se dirijan a países de paganos, no entren en ciudades de samaritanos;
6 vayan más bien a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel.
7 Y de camino proclamen que el Reino de los cielos está cerca.
Jesús quiere realizar, en misión compartida, la más grande aventura posible para este mundo: anunciar el reinado de Dios en la historia. Primero escoge un grupo de discípulos y discípulas y entre ellos elige a doce para iniciar este proyecto. En el número 12 está el secreto: reunir a las doce tribus de la humanidad, como hizo antiguamente con las doce tribus de Israel. Está iniciando un movimiento discipular, invitándoles primero a vivir con él, es decir, a vivir como él –más tarde, Pablo añadirá «vivir en él»– y salir a predicar. Su gran anuncio es la cercanía del Reino, la cercanía que Dios, su Padre, ha ido manifestadno en la historia. Los envía de dos en dos porque así va a ser el método de trabajo (Mc 6,7). Su primera tarea es crear ese brote del Reino, primero en los hijos de Israel y luego en todas las naciones. Les transmitió la capacidad que él mismo tenía: dar vida, curar las dolencias; expulsar la corrupción y las mentiras que el Evangelio llama «espíritus inmundos» y anidan en los corazones.
“Lo primero y más importante para Jesús es que los hijos e hijas de Dios disfruten de la vida de manera justa y digna” (J. Pagola).