Primera lectura: Heb 8,6-13:
Es mediador de una alianza mayor
Salmo: 85:
La misericordia y la fidelidad se encuentran
Evangelio: Mc 3,13-19:
Llamó a los que quiso
2ª Semana Ordinario San Francisco de Sales (1622)
14 Nombró a doce, a quienes llamó apóstoles, para que convivieran con él y para enviarlos a predicar
15 con poder para expulsar demonios.
16 Nombró, pues, a los Doce. A Simón lo llamó Pedro;
17 a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, a los cuales llamó Boanerges, que significa hijos del trueno;
18 Andrés y Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomás, Santiago de Alfeo y Tadeo; Simón el cananeo
19 y Judas Iscariote, el que lo entregó.
El texto de hoy narra un momento crucial en la vida de Jesús. El número “doce” sabemos que es simbólico en la configuración de Israel como el Pueblo de Dios. Jesús convoca a “doce” como representación de las “doce” tribus de Israel, poniendo los cimientos del nuevo pueblo elegido. Hay dos aspectos a subrayar, el primero es el motivo de la elección: convivir con él y enviarlos a predicar. No se puede predicar algo que no se conoce; por eso los apóstoles son invitados a estar con Jesús, a hacer una experiencia de comunión profunda con él. Jesús anhela comunicar ese mismo fuego del amor que él experimentaba y que lo llevó a entregar su propia vida. Lo segundo a comprender es el reconocimiento de la identidad y fortaleza de cada uno. Jesús cuenta con personas concretas y sus historias, con su santidad y su pecado. Esta es la experiencia de toda persona que se siente llamada a colaborar con la Misión. Es un buen día para orar por las vocaciones.
“Nadie debe ser excluido, el proyecto de Dios es esencialmente inclusivo” (Papa Francisco).
