29a Semana Ordinario
San Honorio (s. VI)
Rom 4,20-25: Abrahán fue justificado
Interleccional Lc 1: «Bendito sea el Señor, porque nos ha visitado»
Lc 12,13-21: Lo que has acumulado, ¿de quién será?
En aquel tiempo, uno de la gente le dijo a Jesús: Maestro, dile a mi hermano que reparta la herencia conmigo.
14 Jesús le respondió: Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?
15 Y les dijo: ¡Estén atentos y cuídense de cualquier codicia, que, por más rico que uno sea, la vida no depende de los bienes!
16 Y les propuso una parábola: Las tierras de un hombre dieron una gran cosecha.
17 Él se dijo: ¿qué haré, si no tengo dónde guardar toda la cosecha?
18 Y dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros mayores en los cuales meteré mi trigo y mis bienes.
19 Después me diré: Querido amigo, tienes acumulados muchos bienes para muchos años; descansa, come, bebe y disfruta.
20 Pero Dios le dijo: ¡Necio, esta noche te reclamarán la vida! Lo que has preparado, ¿para quién será?
21 Así le pasa al que acumula tesoros para sí y no es rico a los ojos de Dios.
Comentario
Jesús pronuncia una máxima: “la vida no depende de los bienes”. La parábola presenta el soliloquio de un afortunado terrateniente. Éste, tras una extraordinaria cosecha, piensa dedicarse a “descansar, comer, beber y disfrutar” por muchos años. Suena como un ideal apetecible para muchos contemporáneos, pero no para Jesús, que, de manera insólita, hace intervenir al propio Dios en la narrativa. La última palabra de su propia vida no la tiene el rico, ni siquiera sobre sus bienes. Los bienes para que sean tales, enseña Jesús, han de servir para enriquecerse a los ojos de Dios. ¿Cómo es esto? El contexto lucano deja ver que ayudar a los pobres es la manera de atesorar delante de Dios. Ni duda cabe de que satisfacer las necesidades primarias de sobrevivencia es prioridad para cada ser humano. Queriendo solventarlas emprendemos cuanto pueda reportar alguna ganancia, por magra que sea y terminamos por sofocar esa Voz que nos reclama la vida al caer la noche. Es un asunto más social que devocional: ¿Qué bienes acumulamos ante Dios?
“Comprometerse en la participación activa para la construcción del bien común y en la defensa de la dignidad de la vida” (Sínodo de la Sinodalidad, I Sesión, octubre 2023).
