
Talagante fue el escenario de un proyecto perfilado y ampliamente discutido por la Asamblea de los Misioneros Claretianos de América Latina y el Caribe (CICLA) y cristalizado en el Diario Bíblico. Talagante, Chile es la cuna que lo vio nacer en 1997, para compartir con nuestros Pueblos la Palabra de Dios, encarnada en la historia.
Con sus principios básicos, el Diario Bíblico tiene como finalidad llegar a las personas que necesitan de la Palabra como inspiración, reflexión, liberación y aplicación en la vida y deseamos multiplicar a nuevos lectores, mejorando la gestión, la calidad y la cercanía. Hacemos público el reconocimiento a los Claretianos, laicos y misioneros, que han estado colaborando en el proyecto del Diario Bíblico a lo largo de los años. Sin este esfuerzo no sería posible disponer de él, tal como lo conocemos ahora.
Llevamos años editando el Diario Bíblico e imprimimos más que al principio. Elaborarlo es una gran responsabilidad pastoral y misionera para nosotros, sobre todo cuando sabemos que son varias las personas que lo utilizan en un hogar o grupo. Actualmente, el Diario Bíblico es propiedad de MICLA (Misioneros Claretianos de América) y el proyecto bíblico como conjunto, con lo que conlleva: el texto, el diseño, los criterios operativos, la página y dominio web. El Diario Bíblico es “un servicio de los Misioneros Claretianos a la Iglesia” y de todos los que quieran compartir su estilo evangelizador.
Es un servicio cualificado con fines pastorales, no criterios mercantiles. Las personas que colaboran lo hacen con un espíritu voluntario y no lucrativo. En el 2011, los Editores Claretianos, avalados por el Gobierno General, crearon un logo para todas nuestras publicaciones: Claret Publishing Group (Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Bangalore, Manila, Macao, Eccla en Santiago de Chile y Ave María en Brasil). Con alegría familiar, lo hemos integrado en el Diario Bíblico, escrito y digital. El Proyecto del Diario Bíblico tiene un fuerte potencial porque pretende llegar a una población cristiana en donde se permita abrir el panorama religioso-espiritual, de tal modo, que sea motivo de esperanza a pesar de la crisis. Partimos de una experiencia de comunión que haga posible compartir un comentario cálido y provocar una respuesta más humana a un mundo fragmentado. El Diario Bíblico es un instrumento que fortalece la esperanza. La palabra es una elemento que ayuda, ilumina, orienta y nos remite y conduce siempre a la Palabra de Dios.
Misioneros Claretianos
