13 de Septiembre del 2025


23a Semana Ordinario

San Juan Crisóstomo (407)

 

1Tim 1,15-17: Vino al mundo par a salvar a los pecadores

Sal 113: «Bendito sea el nombre del Señor por siempre»
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Lc 6,43-49: «¿Por qué me llaman Señor, Señor y no hacen lo que digo?»

 

43 En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: No hay árbol sano que dé fruto podrido, ni árbol podrido que dé fruto sano. 

44 Cada árbol se reconoce por sus frutos. No se cosechan higos de los cardos ni se vendimian uvas de los espinos. 

45 El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro bueno del corazón; el malo saca lo malo de la maldad. Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 

46 ¿Por qué me llaman: ¡Señor, Señor!, si no hacen lo que les digo? 

47 Les voy a explicar a quién se parece el que acude a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica.

48 Se parece a uno que iba a construir una casa: cavó, ahondó y colocó un cimiento sobre la roca. Vino una crecida, el caudal se precipitó contra la casa, pero no pudo sacudirla porque estaba bien construida. 

49 En cambio, el que escucha y no las pone en práctica se parece a uno que construyó la casa sobre la arena, sin cimiento. Se precipitó el caudal y la casa se derrumbó. Y fue una ruina colosal.

 

Comentario 

El Sermón del Llano concluye con una exhortación a vivir de acuerdo con las enseñanzas recibidas. No es suficiente conocer el mensaje de Jesús, es necesario hacerlo vida. El texto comienza con la imagen de los árboles y los frutos, para indicarnos que la verdad del creyente se manifiesta en las acciones; no bastan las palabras, por correctas y buenas que parezcan. Evitar la dicotomía entre lo que decimos y vivimos continúa siendo un desafío en los ambientes religiosos. Nuestra vida cristiana esta llamada a ser fecunda, a generar un impacto positivo en nuestras relaciones humanas. Las nuevas generaciones cristianas están cansadas de sermones y de ambientes llenos de escrúpulos de corte moralista. Hacer creíble el Evangelio para las personas empobrecidas pasa por gestos y acciones de ayuda humanitaria. Para ello, la parábola final nos exhorta a edificar nuestra vida sobre la roca firme de Jesús. Quien haga vida su Palabra, sostenido por la fe, podrá mantenerse en pie en medio de las contrariedades de la vida y de la historia.

“La fuerza de la fe, de la esperanza y de la caridad permite reducir las distancias que nos separan de los dramas humanos” (Papa Francisco).

El DIARIO BÍBLICO es un servicio desinteresado y no lucrativo que los Misioneros Claretianos de América hacen a la Nueva Evangelización, para las iglesias locales del Continente y de otras iglesias hispanoparlantes de más allá.

Esta es una publicación de © MICLA, que forma parte del grupo de Editores Claretianos Claret Publishing Group.
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