«Iglesia, Comunidad de Comunidades, fermento del Reino»
Nos encontramos en un tiempo de renovación y reforma en el horizonte de la Iglesia Universal; no bien aceptado por todos, pero necesario para volver a los orígenes y a la esencia del Evangelio de Jesús. En la Iglesia latinoamericana se puede reconocer el protagonismo de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB´s), como espacio privilegiado para el encuentro con Dios. Jesús es quien da inicio con la comunidad discipular a relaciones y encuentros dignificadores, constituyéndose en un modo más feliz para comunicar la experiencia cristiana de Dios (J. Costadoat).
El camino iniciado en América Latina con la reunión de Aparecida dio un nuevo impulso a la conversión pastoral hasta llegar a reconocernos como Iglesia, comunidad de comunidades, bajo el lema: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan en Él, vida”.
Todo el magisterio del Papa Francisco tiene como insistencia el rostro de una Iglesia menos autorreferencial y más samaritana, en salida misionera, capaz de transformar la realidad a partir de la revolución de la ternura.
Y el actual esfuerzo por fomentar una Iglesia más sinodal capaz de vivir la apertura, el diálogo, la escucha y el acompañamiento fiel a la vida en todas sus formas. El caminar juntos como senda para suscitar encuentros generadores de vida nueva, hacia la construcción de un mundo más justo y humano.
Equipo Editorial del Diario Bíblico 2024