Editorial de Diciembre 2023

“Es tarde pero es nuestra hora. Es tarde pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer el futuro. Es tarde pero somos nosotros esta hora tardía. Es tarde pero es madrugada si insistimos un poco...” (Pedro Casaldáliga).

¿Cómo nos encuentra el último mes del año? Confiamos que al iniciar el adviento, con el que inauguramos un nuevo año litúrgico, tengamos la disposición de dejarnos acompañar por Dios. Su cercanía amorosa y ternura compasiva saben de espera. Lo que no podemos olvidar son las lecciones recibidas, porque con ellas apreciaremos y cuidaremos de mejor manera nuestra vida. Al final, lo único que nos queda es tiempo y la brevedad de nuestra existencia. Así que la liturgia de los próximos domingos es una invitación a no desaprovechar las oportunidades que tenemos delante.

Estar en vela, preparar el camino, dar testimonio de la luz, es la tarea o misión de cada cristiano durante estos días de espera confiada. La Natividad del Dios con nosotros es posible, siempre y cuando, dispongamos nuestro corazón, como el de María y José. Hagamos el propósito de no dejarnos atrapar por todo aquello que nos aparta de la sobriedad y amor por la vida.

Recuerda que ”Navidad eres tú; Dios nace en tu vida… Tú mismo eres Dios que nace” (Xabier Pikaza).