Diario Bíblico en Español

7 de Mayo del 2022

Primera lectura: Hch 9,31-42: 
La Iglesia se iba multiplicando
Salmo: 116: 
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Evangelio: Jn 6,60-69: 
Tienes palabras de vida eterna

3º Semana de Pascua María de San José (1967)

60 En aquel tiempo, muchos de los discípulos que lo oyeron comentaban: «Este discurso es bien duro: ¿quién podrá escucharlo?»
61 Jesús, conociendo por dentro que los discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza?
62 ¿Qué será cuando vean al Hijo del Hombre subir a donde estaba antes?
63 El Espíritu es el que da vida, la carne no vale nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.
64 Pero hay algunos de ustedes que no creen». Desde el comienzo sabía Jesús quiénes no creían y quién lo iba a traicionar.
65 Y añadió: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
66 Desde entonces muchos de sus discípulos lo abandonaron y ya no andaban con él.
67 Así que Jesús dijo a los Doce: «¿También ustedes quieren abandonarme?».
68 Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69 Nosotros hemos creído y reconocemos que tú eres el Consagrado de Dios».

 
Comentario 

 

El discurso del pan, en el capítulo 6 del evangelio de Juan, es duro, radical y difícil: por eso muchos de los discípulos abandonan a Jesús. Sin embargo, es central para la fe cristiana, porque nos revela el espíritu que debe orientar nuestra vida: el testimonio de Jesús. Hoy, la mayoría de los cristianos lo son por tradición: van a la Iglesia como quien va al supermercado a consumir un producto. La masificación del cristianismo ha significado también un bajar el nivel o, mejor dicho, el compromiso generoso.


Es lo que se define como “secularización”: la fe, para muchos bautizados, no es más el criterio fundamental que orienta sus vidas, sus decisiones, su ética. Profesan una fe cristiana, o algunas prácticas de piedad, pero viven sin Espíritu. Es necesaria una nueva evangelización, para caldear la “tibieza” de la Iglesia y la “distancia” del compromiso transformador de la realidad. Asumir con responsabilidad la fe encarnando el evangelio de Jesús es tarea pendiente de muchas comunidades. ¡Sé evangelio vivo!