Diario Bíblico en Español

6 de Diciembre del 2022

Primera lectura: Is 40,1-11: 
Dios consuela a su pueblo
Salmo: 96: 
Nuestro Dios llega con poder
Evangelio: Mt 18,12-14: 
El Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños

2a Semana de Adviento María Sallés y Barangueras (1911)

12 Jesús dijo a sus discípulos: «¿Qué les parece? Supongamos que un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una: ¿no dejará las noventa y nueve en el monte para ir a buscar la extraviada?
13 Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve no extraviadas.
14 Del mismo modo, el Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños».
 
 
Comentario 

La voz de los profetas se alza para gritar como lo hizo Isaías: «¡Consuelen, consuelen a mi pueblo!». Es el grito que busca generar inquietud frente al letargo en el que caemos como sociedades humanas civilizadas. No habría eficacia de la Palabra de Dios si esta no genera en nosotros sentimientos de compasión y solidaridad con quien sufre. A pesar de la difícil situación que vive el pueblo de Israel exiliado en Babilonia, en medio de la desesperanza irrumpe la voz de Dios como una presencia amiga y reconfortante. Acontecimientos y personas manifiestan en medio de la crisis la ternura de Dios que «toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres». A ese Dios retrata el evangelio en la imagen del humilde pastor que arriesga la vida para buscar a la criatura más pequeña. El Dios de Jesús tiene ese rostro paterno-materno que nos mira con ternura y es capaz de tomar en sus manos nuestra pequeñez. ¿Reflejo con mi vida la presencia del Dios que consuela?