Primera lectura: Is 35,1-10:
Ellos verán la gloria del Señor
Salmo: 85:
Nuestro Dios viene y nos salvará
Evangelio: Lc 5,17-26:
Levántate, y vuelve a tu casa
2a Semana de Adviento Sabás (532)
18 Unos hombres, que llevaban en una camilla a un paralítico, intentaban meterlo y colocarlo delante de Jesús.
19 Como no encontraban por dónde meterlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y por el tejado lo descolgaron con la camilla, en medio de la gente, delante de Jesús.
20 Viendo su fe, le dijo: «Hombre, se te perdonan tus pecados».
21 Los fariseos y los letrados se pusieron a discurrir: «¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién, fuera de Dios, puede perdonar pecados?».
22 Jesús, leyendo sus pensamientos, les respondió:
23 «¿Qué es más fácil? ¿Decir: se te perdonan los pecados, o decir: levántate y camina?
24 Pero para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados –dijo al paralítico–, yo te digo: “levántate, carga con la camilla y vuelve a tu casa”».
25 Al instante se levantó delante de todos, cargó con lo que había sido su cama, y se fue a su casa dando gloria a Dios.
26 El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios; sobrecogidos decían: Hoy hemos visto cosas increíbles.
Jesús, con sus palabras y gestos, busca liberar a las personas de una religión que ha tergiversado la experiencia de Dios y ha convertido la religión en instrumento de control y manipulación. Creían que la enfermedad era un castigo por los pecados que la persona o sus padres habían cometido. Este bello relato de Lucas nos muestra como Jesús sana perdonando. Jesús, al ver la fe del paralítico y sus amigos, a quienes nada los detiene, perdona y sana para que no quede duda de la acción liberadora de Dios. Esto contrasta con la actitud de los fariseos y doctores de la ley que se aferran a unas leyes de pureza que condenaban a los enfermos de por vida. El Dios a quien esperamos se acerca a los excluidos del sistema político, económico o religioso. La auténtica espiritualidad cristiana nos lleva a cuidar y sanar la vida. ¿De qué necesito sanarme y liberarme?