Diario Bíblico en Español

5 de Agosto del 2022

Primera lectura: Nah 1,15; 2,2; 3,1-3.6-7: 
¡Ay de la ciudad sangrienta!
Salmo: Interleccional Dt 32: 
Yo doy la muerte y la vida
Evangelio: Mt 16,24-28: 
¿Qué pagará un hombre por su vida?

18a Semana Ordinario Basílica de Sta. María la Mayor

24 En aquel tiempo dijo Jesús a los discípulos: «El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.
25 El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda la vida por mi causa la conservará.
26 ¿De qué le vale al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?, ¿qué precio pagará por su vida?
27 El hijo del Hombre ha de venir con la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles. Entonces pagará a cada uno según su conducta.
28 Les aseguro: hay algunos de los que están aquí que no morirán antes de ver al Hijo del Hombre venir en su reino».
 
Comentario 

La caída de los poderosos que se sentían intocables siempre es causa de alegría para los fieles que ansían la paz. Nahúm es testigo de que el expansionismo imperial asirio ha llegado a su fin; un nuevo agresor, más fuerte y mejor armado, se impone en los campos de batalla. Históricamente un sucesivo sube y baja belicoso de los reinos ha sido la constante en nuestro mundo. Hasta décadas recientes la paz conseguida por la guerra fría y el pavor a catástrofes nucleares ha puesto freno a conflictos de proporciones mundiales.

Si algo hemos aprendido como humanidad es que la guerra sólo deja muerte, odios y miseria. Es lamentable porque ni estas lecciones de la historia han frenado la carrera armamentista. La palabra profética nos llama a cobrar conciencia de nuestras propias violencias. Miremos a nuestro alrededor y revisemos si alguna de nuestras relaciones está viciada por el ansia de avasallar o disminuir a otras personas. ¿En qué aspecto de nuestra vida urge sembrar la paz? ¿Nos sentimos amenazados?