Diario Bíblico en Español

4 de Enero del 2023

Primera lectura: 1Jn 3,7-10: 
No puede pecar, porque ha nacido de Dios
Salmo: 98: 
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Evangelio: Jn 1,35-42: 
«Hemos encontrado al Mesías»

Antes de Epifanía Elizabeth Seton, fundadora (1821)

35 Juan estaba con dos de sus discípulos.
36 Viendo pasar a Jesús, dice: «Ahí está el Cordero de Dios».
37 Los discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús.
38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dice: «¿Qué buscan?». Respondieron: «Rabí –que significa maestro– ¿dónde vives?».
39 Les dice: «Vengan y vean». Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran las cuatro de la tarde.
40 Uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro.
41 Andrés encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías –que traducido significa Cristo–».
42 Y lo condujo a Jesús. Jesús lo miró y dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Cefas –que significa Pedro–».
 
Comentario 

En este evangelio el Bautista señala a Jesús como el Cordero de Dios. Y se produce un juego de miradas entre Jesús y los primeros discípulos: pero no basta con ver y contemplar el misterio de Jesús; es necesario seguirlo y permanecer con él. A la pregunta «¿Dónde vives?», se asoma la respuesta de Jesús a seguirlo para que sean testigos en la primera línea. Se trata de un encuentro que marca para siempre la vida de aquellos discípulos. Muchas de las frustraciones que vivimos en materia de fe se deben a que nos falta este vínculo vital con la causa de Jesús, el Reino, que nos iguala, que nos dignifica e invita a compartir con generosidad la vida y los bienes. Pero además este evangelio ofrece un dato no menor para nuestro camino de fe: “eran las cuatro de la tarde”. Esta referencia temporal se convierte en un indicador de una experiencia fundante. Todos tenemos nuestras “cuatro de la tarde”, el momento de un encuentro transformador. ¿Qué bienestar real te ha provocado el seguimiento de Jesús?

“Aún en camino hacia la plena comunión, tenemos ya el deber de dar testimonio común del amor de Dios a su pueblo colaborando en nuestro servicio a la humanidad” (FT 280).