Primera lectura: Jer 20,10-13:
El Señor está conmigo
Salmo: 18:
En el peligro invoqué al Señor y me escuchó
Evangelio: Jn 10,31-42:
Intentaron detenerlo, pero se escapó
5a semana de Cuaresma Benjamín (S. V)
32 Él les dijo: «Por encargo del Padre les hice ver muchas obras buenas: ¿por cuál de ellas me apedrean?».
33 Le contestaron los judíos: «Por ninguna obra buena te apedreamos, sino por la blasfemia, porque siendo hombre te haces Dios».
34 Jesús les contestó: «¿No está escrito en la ley de ustedes: Yo les digo: son dioses?
35 Si la ley llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios, y la Escritura no puede fallar,
36 ¿cómo dicen: “Tú blasfemas al que el Padre consagró y envió al mundo, porque dijo que es Hijo de Dios”?
37 Si no hago las obras de mi Padre, no me crean.
38 Pero si las hago, crean en las obras aunque no me crean a mí, así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre».
39 Entonces intentaron arrestarlo de nuevo, pero él se les escapó de las manos…
La real e íntima comunión de Jesús con Dios lo lleva a expresarse con libertad sin temer a sus adversarios. La compasión entrañable que experimenta hacia los más vulnerables, las curaciones, su palabra amorosa, los lugares que transita y habita, las opciones que toma están inspiradas por ese Dios al que él llama «mi Padre». Los guardianes de la religión, quienes presumen de respeto a lo divino, lo cuestionan, lo incriminan, lo condenan. El peligro es tener un discurso que, en lugar de mostrar el amor y la misericordia de Dios, nos vuelva escrupulosos e intolerantes. Recordemos que, por nuestro testimonio, muchas personas se pueden acercar o alejar de la comunidad de fe. Es bueno recordar el reto que tenemos los cristianos, en un mundo cada vez más secularizado, de mostrar con acciones humanizadoras, y no con adoctrinamientos, nuestra fe.. ¿En qué lugares o espacios te sientes invitado a dar testimonio de tu fe?
“La verdadera reconciliación no escapa del conflicto, se logra en el conflicto, superándolo a través del diálogo y la negociación transparente, sincera y paciente” (FT 244).