Primera lectura: Heb 11,32-40:
Dios nos reserva un plan mejor
Salmo: 31:
«Sean fuertes y valientes de corazón los que esperan en el Señor»
Evangelio: Mc 5,1-20:
«Cuenta lo que el Señor ha hecho contigo»
4a Semana Ordinario Jacinta de Mariscotti (1640)
3 Nadie podía sujetarlo, ni con cadenas... Este,
6 al ver de lejos a Jesús, se puso a correr, se postró ante él y,
7 dando un fuerte grito, dijo: «¿Qué tienes conmigo, Hijo del Dios Altísimo?»...
9 Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?» Contestó: «Me llamo Legión, porque somos muchos...»
12 Y le suplicaron: «Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.»
13 Jesús se lo concedió. La piara, unos dos mil, se lanzó por un acantilado al lago y se ahogaron en el agua.
14 Los pastores huyeron, y lo contaron en la ciudad y en los campos; y la gente fue a ver lo que había sucedido...
17 Y empezaron a suplicarle que se marchase de su territorio.
18 Cuando se embarcaba, el hombre que había tenido el espíritu malo le pidió que le permitiese acompañarlo.
19 Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a tu casa y a los tuyos, y cuéntales todo lo que el Señor, por su misericordia, ha hecho contigo.»
20 Se fue y se puso a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho con él, y todos se maravillaban.
El endemoniado de gerasa evidencia una experiencia de dominación que lo atormenta. Su atormentador es «Legión», nombre de una de las agrupaciones de soldados del ejército romano. Así, el sufrimiento del geraseno tiene una explicación en la historia: proviene de la violencia y opresión imperial de Roma. Jesús libera al geraseno enviando la legión al mar, como cuando Dios envió los ejércitos de faraón al Mar Rojo. Marcos enseña cómo el proyecto del Reino libera de los males del cuerpo y el espíritu. También hoy, tanto en el plano político-económico-social, –Estados corruptos y represores, exclusiones masivas y empobrecimiento al límite, compañías contaminantes y explotadoras, fuerzas militares asesinas...– como en el personal-familiar –violencias, abusos, adicciones, infidelidades, etc.– existen ‘legiones’ que nos atormentan en cuerpo y en alma. Que el Señor nos dé energía para seguir luchando por ‘expulsarlas’ y hacer realidad por fin el armonioso reinado de Dios.
“Creámosle al Evangelio que dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarrollándose aquí y allá, de diversas maneras” (EG 278).