Diario Bíblico en Español

31 de Diciembre del 2022

Primera lectura: 1Jn 2,18-21: 
Ustedes están ungidos por el Santo
Salmo: 95: 
Alégrese el cielo, goce la tierra
Evangelio: Jn 1,1-18: 
La Palabra se hizo carne

Silvestre I (335)

1 Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
2 Ella existía al principio junto a Dios.
3 Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe.
4 En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres;
5 la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
6 Apareció un hombre enviado por Dios, llamado Juan,
7 que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él.
8 Él no era la luz, sino un testigo de la luz.
9 La luz verdadera que ilumina a todo hombre estaba viniendo al mundo.
10 En el mundo estaba, el mundo existió por ella, y el mundo no la reconoció.
11 Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
12 Pero a los que la recibieron, a los que creen en ella, los hizo capaces de ser hijos de Dios:
13 ellos no han nacido de la sangre ni del deseo de la carne, ni del deseo del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
14 La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y verdad.
15 Juan grita dando testimonio de él: «Éste es aquél del que yo decía: “El que viene detrás de mí, es más importante que yo, porque existía antes que yo.
16 De su plenitud hemos recibido todos: gracia tras gracia”.
17 Porque la ley se promulgó por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad se realizaron por Jesús el Mesías.
18 Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, Dios, que estaba al lado del Padre. Él nos lo dio a conocer».
Comentario 

Dios continúa manifestándose en todo aquello que humaniza y defiende la vida. Jesús, «palabra» que da luz y vida, engendrada por el Espíritu, ha de ser para nosotros el medidor y el criterio de nuestro comportamiento. La «palabra» de Dios no es aplastante ni se impone; se hace oferta que también puede ser rechazada. Quien mantiene relación cercana con él termina comprendiendo cómo ser hijo e hija de Dios, hermano y hermana de todos los seres creados. Dios encuentra en los hogares un lugar ideal para encarnarse y reivindicar a los sin derechos mostrando cómo en pequeños espacios se construye una nueva sociedad. Rechazan a Dios las familias acaparadoras, consumistas, llenas de antivalores que no fortalecen la unidad entre esposos, ni mejores relaciones con los hijos, al punto que, en situaciones críticas (como la última pandemia), sufren violencia y ruptura. Estamos invitados a no acostumbrarnos al estilo actual de relaciones virtuales-impersonales, ya que no pueden sustituirse por los vínculos reales. ¿En qué experiencias de tu familia percibes que Dios se hace presente?