Primera lectura: Eclo 51,13-20:
«Daré gracias al que me enseñó»
Salmo: 19:
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
Evangelio: Mc 11,27-33:
«¿Con qué autoridad haces esto?»
8a Semana Ordinario Carlos Lwanga y comps. mártires (1886)
28 y le dijeron: «¿Con qué autoridad haces eso? ¿Quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?».
29 Jesús respondió: «Les haré una pregunta; si ustedes me responden yo les diré con qué autoridad lo hago:
30 El bautismo de Juan, ¿procedía del cielo o de los hombres? Respóndanme».
31 Ellos discutían entre sí: «Si afirmamos que del cielo, nos dirá que, por qué no le creímos.
32 ¿Vamos a decir que de los hombres?». Tenían miedo a la gente, porque todos consideraban a Juan un profeta auténtico.
33 Así que respondieron: «No sabemos». Y Jesús les dijo: «Entonces yo tampoco les digo con qué autoridad lo hago».
¡Cuántas veces cuestionamos a Jesús en nuestra vida! Dudamos de su amor, de su comprensión, sobre todo cuando tenemos una situación difícil que a veces pareciera no tener salida. Nuestra fe se derrumba ante la duda. Nos sucede lo mismo que pasó con aquellas autoridades del tiempo de Jesús. Le cuestionaron la procedencia de su autoridad a pesar de que habían escuchado de sus obras, manifestaciones de justicia y misericordia. Les ganó el orgullo y el temor a perder sus privilegios; prefirieron optar por una religión fácil, acomodadiza, donde no se exponían ante la opinión del pueblo. Jesús, que sí quedo expuesto a sus señalamientos, en un plano de igualdad (no acostumbrado) pone en evidencia su doblez. Ante el silencio de ellos, él tampoco respondió. A quienes Jesús responde ante las dudas y miedos es a los empobrecidos, a las prostitutas, a la diversidad sexual, a los enfermos terminales, etc. Desde esos cuerpos frágiles nos convoca a amarlos con la misma dignidad que Dios les otorgó. ¿Has puesto en duda el amor de Dios hacia todo tipo de personas?
“Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra” (GE 14).