Primera lectura: 1Jn 3,22–4,6
Examinen si los espíritus vienen de Dios
Salmo: 2:
Te daré en herencia las naciones
Evangelio: Mt 4,12-17.23-25:
Está cerca el Reino de los Cielos
Después de Epifanía Kuriakose Elías Chavara (1871)
13 salió de Nazaret y se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí.
14 Así se cumplió lo anunciado por el profeta Isaías:
15 Territorio de Zabulón y territorio de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos.
16 El pueblo que vivía en tinieblas vio una luz intensa, a los que vivían en sombras de muerte les amaneció la luz.
17 Desde entonces comenzó Jesús a proclamar: «¡Arrepiéntanse que está cerca el reino de los cielos! ...».
23 Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y sanando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias.
24 Su fama se difundió por toda Siria, de modo que le traían todos los que padecían diversas enfermedades o sufrían achaques: endemoniados, lunáticos, paralíticos y él los sanaba.
25 Lo seguía una gran multitud de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.
El recurso de la mentira ha pretendido desarticular desde siempre el espíritu de la verdad. Jesús, precisamente, desenmascara la mentira de una sociedad de privilegios y, aparentemente, querida por Dios. La verdad que Jesús comparte es la de un Dios que ama sin límites, incondicionalmente, que viene en rescate de los invisibilizados y menos amados por un sistema que decide inhumanamente quien vive y quien muere; una estructura político-social que cuenta con muchos aliados y vive a la sombra de muerte de otros para conseguir sus fines egoístas.
La propuesta del Reino de Dios se entrega en medio de las contradicciones de una sociedad que ofrece desarrollo a un precio elevado. El amor gratuito de Jesús sana las heridas, liberando de la orfandad emocional. La salud-salvación integral es aquella que cuida y defiende la vida en todas sus formas y comienza a hacerse efectiva con el arrepentimiento de quienes tienen propósito de enmendar el daño hecho. El mundo se reacomodó y esto no tiene marcha atrás. ¿Vives para competir o compartir?