Diario Bíblico en Español

29 de Junio del 2022

Primera lectura: Hch 12,1-11: 
El Señor me ha librado de las manos de Herodes
Salmo: 34:
El ángel del Señor librará a los que temen a Dios
Segunda lectura: 2Tim 4,6-8.17-18: 
Ahora me aguarda la corona merecida
Evangelio: Mt 16,13-19: 
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos

13a Semana Ordinario Pedro y Pablo, apóstoles

13 En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a los discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?».
14 Ellos contestaron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; otros, Jeremías o algún otro profeta».
15 Él les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy?».
16 Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
17 Jesús le dijo: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, ¡sino mi Padre del cielo!
18 Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá.
19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».
Comentario 

Formamos parte de una Iglesia perseguida desde sus orígenes, de sangre de apóstoles, mártires y profetas. No podemos espiritualizar la fe hasta edulcorarla (o hacerla a nuestra medida) obviando el compromiso de anuncio y denuncia que comporta. Celebramos a estas dos columnas o pilares que, en medio de sus limitaciones o fragilidades, supieron dar la vida por la causa de Jesús hasta las últimas consecuencias. Las cadenas que apresaron tanto a Pablo como a Pedro, nos tiene que recordar la libertad que debe asumir nuestra predicación y testimonio.

No evangelizamos para agradar o simpatizar con ningún poder o grupo. Lo que hacemos es iluminar la realidad a la luz de la Buena Nueva de Jesús, que ya sabemos que evidenciaba las faltas en que incurrían los líderes políticos y religiosos de entonces. Necesitamos seguir desatando y liberando las tantas cadenas injustas a las que se ven sometidas miles de personas. Por intercesión de Pedro y Pablo, oramos por una Iglesia (jerarquía y laicos) más profética y comprometida. ¡Sé piedra viva!