Diario Bíblico en Español

27 de Febrero del 2023

Primera lectura: Lv 19,1-2.11-18: 
«Juzga con justicia»
Salmo: 19: 
«Tus palabras, Señor, son espíritu y vida»
Evangelio: Mt 25,31-46:
«Vengan, benditos de mi Padre»

1a semana de Cuaresma Gabriel de la Dolorosa (1862)

31 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad…
34 dirá a los de la derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
35 Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron,
36 estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver”.
37 Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber,
38 emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? 39¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte?” …
40 “Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí”.
41 Después dirá a los de su izquierda: “Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
42 Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber,
43 era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron”.
44 Ellos replicarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, emigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos?” …
45 “Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí…».
 
Comentario 

 

El Reino dispuesto desde la creación del mundo es heredado por quienes hicieron de la bondad algo ordinario y común. Es inherente a todos los seres humanos y culturas, en todos los tiempos y lugares, alimentar, calmar la sed, acoger, vestir, cuidar, sanar, visitar a los que se equivocan, purgar condenas. Bendición y maldición, en la Historia de Salvación, nos recuerdan la responsabilidad personal y el buen uso de la libertad. Depende de nosotros hacer del regalo de la vida una oportunidad o una penitencia. En definitiva, hacer la obra de Dios no se trata de profesar complicadas doctrinas, practicar esforzadas rutinas, ni se trata de creer que se tiene el derecho de algo o que se obtuvo el mérito al cumplimiento de determinados mandatos, sino que se trata de vivir con profunda sencillez las posibilidades humanas de hacer el bien evitando el mal. ¿Somos capaces de ver al Señor hambriento, sediento, migrante o desnudo, enfermo o encarcelado? Descubre todas las oportunidades que tienes de hacerte projimo.

“Cuidemos la fragilidad de cada hombre, de cada mujer, de cada niño y de cada anciano, con esa actitud solidaria y atenta, la actitud de proximidad del buen samaritano” (FT 79).