Diario Bíblico en Español

26 de Mayo del 2023

Primera lectura: Hch 25,13-21: 
Pablo sostiene que está vivo
Salmo: 103: 
El Señor puso en el cielo su trono
Evangelio: Jn 21,15-19:
«Apacienta mis corderos»

7a Semana de Pascua Mariana de Jesús (1645) Felipe Neri, fundador (1595)

15 Después de aparecerse Jesús a sus apóstoles, y comiendo con ellos, preguntó a Simón Pedro: «Simón hijo de Juan, ¿me quieres más que éstos?». Él le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos».
16 Le preguntó por segunda vez: «Simón hijo de Juan, ¿me quieres?». Él le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas».
17 Por tercera vez le preguntó: «Simón hijo de Juan, ¿me quieres?». Pedro se entristeció de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
18 Te lo aseguro, cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías; cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te atará y te llevará a donde no quieras».
19 Lo decía indicando con qué muerte había de glorificar a Dios. Después de hablar así, añadió: «Sígueme».
 
Comentario 

 

A veces llegamos a comprender los designios de Dios en tiempos y espacios aparentemente complejos y adversos. Esto es lo que nos sucede con la pandemia endémica y los virus que seguirán acompañando a la humanidad o el severo problema de la crisis climática. Hemos estado desoyendo o pasando por alto aquello que Dios nos está hablando hoy. Jesús redime la triple negación de Pedro con una triple profesión gradual basada en el amor, para mostrar que nuestro camino de fe es un proceso de caídas y enmiendas. Jesús quiere hoy sanar las veces en que, como creyentes o comunidad eclesial, lo hemos negado con afanes de protagonismo estéril, vanas glorias, o con nuestras superficiales y evasivas formas de trabajar por la Salvación. Invitó a Pedro a tomar conciencia de su fragilidad y de sus posibilidades de acompañar en cercanía a sus hermanos y hermanas. Seguimiento, Misión y Comunidad no dependen de iniciativas espontáneas o cálculos humanos, sino de una adhesión confiada a la voluntad de Dios.

“Si no he sabido hallarte siempre en todos, nunca dejé de amarte en los más pobres” (Pedro Casaldáliga).