Diario Bíblico en Español

26 de Marzo del 2023

Primera lectura: Ezequiel 37,12-14: 
Les infundiré mi espíritu y vivirán
Salmo: 130: 
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa
Segunda lectura: Romanos 8,8-11:
El Espíritu del que resucitó a Jesús habita en ustedes
Evangelio: Juan 11,1-45: 
Yo soy la resurrección y la vida

5º de Cuaresma Juan de Egipto (394)

1 En aquel tiempo, 3las hermanas de Lázaro le enviaron un mensaje: «Señor, tu amigo está enfermo» …
17 Cuando Jesús llegó, encontró que llevaba cuatro días en el sepulcro…
20 Cuando Marta oyó que Jesús llegaba, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
21 Marta dijo a Jesús: «Si hubieras estado aquí, Señor, mi hermano no habría muerto.
22 Pero yo sé que lo que pidas, Dios te lo concederá» …
33 Jesús, al ver llorar a María y también a los judíos que la acompañaban, se estremeció por dentro
34 y dijo muy conmovido: «¿Dónde lo han puesto?» Le dicen: «Ven, Señor, y lo verás».
35 Jesús se echó a llorar.
36 Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!» …
39 Jesús dice: «Retiren la piedra» …
41 Retiraron la piedra. Jesús alzó la vista al cielo y dijo: «Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado.
42 Yo sé que siempre me escuchas, pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me enviaste».
43 Dicho esto, gritó con fuerte voz: «Lázaro, sal afuera».
44 Salió el muerto con los pies y las manos sujetos con vendas y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: «Desátenlo para que pueda caminar».
45 Muchos judíos que habían ido a visitar a María y vieron lo que hizo creyeron en él.
 
Comentario 

 

Con la vulnerabilidad puesta en evidencia –y en toda su crudeza con la pandemia endémica– hemos podido constatar que el dolor es parte de la vida, unas veces espontáneo y otras provocado, pero que de igual forma golpea y hiere. El evangelio de Juan nos narra el encuentro con el dolor que vivió la familia de Betania con la muerte de Lázaro, así como les ha tocado a muchas familias en este tiempo lidiar con la pérdida de sus seres queridos. Con la revivificación de Lázaro podemos sintetizar todos los esfuerzos de Jesús por rehabilitar y recuperar la vida enferma, despreciada, maltratada de nuestras sociedades. El mensaje a lo profundo nos quiere recordar que no nos podemos dar por vencidos ni delante de la muerte, mucho menos frente a aquellas vidas que olvidamos a su suerte porque nos parece imposible recuperarlas.

Frente a estas acciones por salvar la vida, Jesús es incomprendido; terminará siendo perseguido y condenado a muerte. La religión oficial del Templo actuaba a la inversa pues en lugar de intentar salvar, condenaba y señalaba como culpables a los mismos enfermos. Cuántas veces sucede que, a personas comprometidas en los diversos espacios de participación comunitaria, se leas condena por su modo “antisistema” de vivir. Personas a las que, por denunciar lo que atenta contra la vida y trabajar en alianza con organizaciones solidarias incomodando a los poderosos o inescrupulosos de turno, se les coarta la libertad o se les quita la vida. Pensemos en el alarmante número de asesinatos de personas ambientalistas o de derechos humanos que alzaron su voz en defensa de la Casa común invitando a tener estilos de vida más saludables, sin contaminación, depredación, ni acaparamiento.

El proyecto de muerte muchas veces se disfraza de publicidad, ofertas de consumo y felicidad aparente. Se promete un progreso que huele mal, como huelen las cloacas de los centros de consumo. Se amasa una riqueza que oprime, que impide caminar libremente porque nos esclaviza, haciéndonos dependientes de todo aquello que nos enferma y contamina. Asistimos al dolor y sufrimiento que acompaña a las familias de personas que mueren injustamente o antes de tiempo. Jesús se solidariza e invita a Marta y María a ser testimonio vivo de lo que significa recuperar la vida. Este tiempo de Cuaresma ¿de qué manera nos está ayudando a rehabilitar la vida?

“Concede a los cristianos que vivamos el Evangelio y podamos reconocer a Cristo en cada ser humano, para verlo crucificado en las angustias de los abandonados” (FT).