Diario Bíblico en Español

21 de Marzo del 2023

Primera lectura: Ez 47,1-9.12: 
Manaba agua del Templo
Salmo: 46: 
El Señor de los ejércitos está con nosotros
Evangelio: Jn 5,1-3.5-16:
Aquel hombre quedó sano

4a semana de Cuaresma Nicolás de Flüe (1497)

5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
6 Jesús lo vio acostado y, sabiendo que llevaba así mucho tiempo, le dice: «¿Quieres sanarte?».
7 Le contestó el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua. Cuando yo voy, otro se ha metido antes».
8 Le dice Jesús: «Levántate, toma tu camilla y camina».
9 Al instante aquel hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Pero aquel día era sábado,
10 por lo cual los judíos dijeron al que se había sanado: «Hoy es sábado, no puedes transportar tu camilla».
11 Les contestó: «El que me sanó me dijo que tomara mi camilla y caminara».
12 Le preguntaron: «¿Quién te dijo que la tomaras y caminaras?».
13 Pero el hombre sanado lo ignoraba, porque Jesús se había retirado de aquel lugar tan concurrido.
14 Más tarde lo encuentra Jesús en el Templo y le dice: «Mira que has sanado. No vuelvas a pecar, no te vaya a suceder algo peor»…
 
Comentario 

 

¡Cuántas veces nuestras aguas interiores se agitan fuertemente haciendo que nuestro corazón, corporalidad y pensamientos se vean envueltos en un remolino emocional! Si se trata de una situación de enfermedad que nos impide desarrollar nuestra vida normal, todas las fuerzas, tiempo y recursos se dedican exclusivamente a atender esta situación de modo permanente. La pregunta y el diálogo que inicia Jesús con el enfermo pretende sacar a luz todas sus frustraciones. Aunque es sábado y la ley impide hacer muchas cosas en el día de descanso, la sanación que se produce demuestra que para Dios no hay nada más importante que la vida y la salud de sus hijos e hijas. Los estilos de vida que hoy vivimos nos están enfermando cada vez con mayor prontitud y gravedad. La cuestión no sólo está en manos de Dios; depende también de nuestras decisiones y de aquello que hagamos con el don de la vida y la salud otorgada.

“Necesitamos crear una cultura diferente que nos oriente a superar las enemistades y a cuidarnos unos a otros” (FT 57).