Primera lectura: 2Re 19,9b-11.14-21.31-35a.36:
Yo escudaré a esta ciudad para salvarla
Salmo: 48:
Dios ha fundado su ciudad para siempre
Evangelio: Mt 7,6.12-14:
Traten a los demás como ustedes quieren que ellos los traten
12a Semana Ordinario Luis Gonzaga, religioso (1591)
12 Traten a los demás como quieren que los demás los traten. En esto consiste la ley y los profetas.
13 Entren por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.
14 ¡Qué estrecha es la puerta!, ¡qué angosto el camino que lleva a la vida!, y son pocos los que lo encuentran».
El evangelio quiere ofrecernos una lección, recordándonos que nuestra valía personal no depende del juicio que emitan otras personas. Escuchar lo que otros perciben y opinan de nosotros es importante para nuestro crecimiento, pero cuenta también nuestra propia valoración. Jesús, más bien, nos invita a fomentar la cultura del buen trato, pues si sembramos amabilidad eso cosecharemos. En sociedades individualistas y violentas como las nuestras, no siempre vamos a ser correspondidos; hemos de estar seguros de que la bondad sembrada ilumine corazones y devuelva esperanza.
Nuestra felicidad ha de estar sostenida en una actitud agradecida frente a la vida y en nuestras ganas de hacer el bien. La «puerta estrecha» es hoy para la persona creyente ese compromiso con todas aquellas causas que exigen renuncias, coherencia, opciones más radicales a favor de los empobrecidos y personas violentadas; esto incluye la defensa de los bienes de la creación. Ser fieles a Jesús y su causa puede convertirnos en persona non grata. ¿Qué haremos para comprometernos con Jesús y nuestro mundo?