Diario Bíblico en Español

18 de Marzo del 2023

Primera lectura: Os 6,1-6: 
Quiero misericordia y no sacrificios
Salmo: 51: 
Quiero misericordia, y no sacrificios
Evangelio: Lc 18,9-14: 
El publicano bajó a su casa justificado

3a semana de Cuaresma Cirilo de Jerusalén (387)

9 En aquel tiempo, por algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús contó esta parábola:
10 «Dos hombres subieron al Templo a orar: uno era fariseo, el otro recaudador de impuestos.
11 El fariseo, de pie, oraba así en voz baja: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres, ladrones, injustos, adúlteros, o como ese recaudador de impuestos.
12 Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de cuanto poseo”.
13 El recaudador de impuestos, de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh Dios, ten piedad de este pecador”.
14 Les digo que éste volvió a casa absuelto y el otro no. Porque quien se alaba será humillado y quien se humilla será alabado».
 
Comentario 

 

La humildad es una virtud que engrandece a quien la encarna porque le brinda la posibilidad de salirse del centro, dejando la autorreferencialidad, permitiendo a Dios actuar con su gracia. Mirar la propia vida y reconocer que no siempre todo va tan bien como uno quisiera, entrando en contacto con la finitud y la fragilidad humana, es un camino de autoaceptación no fácil de recorrer. Uno de los mayores retos está en no autoengañarnos enfrentándonos a nuestra verdad aunque duela. La Cuaresma es un tiempo oportuno para revisar si nos estamos dejando atrapar por el ego que fomenta la autosuficiencia, la arrogancia y el orgullo. Como nos enseña la espiritualidad liberadora, se trata de cargar con la realidad y dejarnos cargar por ella para vivir procesos humanizadores. Nos ha de devolver la esperanza saber que Dios va obrando silenciosamente en la historia, aun y a pesar de nuestros desaciertos. Qué nuestra oración no sea para intimismos o descalificaciones, sino la fuerza o impulso para nuestras entregas cotidianas.

“Como comunidad estamos conminados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga oportunidades adecuadas a su desarrollo integral” (FT 118).