Diario Bíblico en Español

15 de Noviembre del 2022

Primera lectura: Ap 3,1-6.14-22: 
Si alguien me abre, entraré y cenaré
Salmo: 15:
Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí
Evangelio: Lc 19,1-10:
Baja pronto; quiero hospedarme en tu casa

33a Semana Ordinario Alberto Magno (1280) Roque González (1628)

1 En aquel tiempo entró Jesús en Jericó y atravesó la ciudad,
2 allí vivía un hombre llamado Zaqueo, jefe de recaudadores de impuestos y muy rico,
3 intentaba ver quién era Jesús; pero a causa del gentío, no lo conseguía, porque era bajo de estatura.
4 Se adelantó de una carrera y se subió a un árbol para verlo, pues iba a pasar por allí.
5 Cuando Jesús llegó al sitio, alzó la vista y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa».
6 Bajó rápidamente y lo recibió muy contento.
7 Al verlo, murmuraban todos porque entraba a hospedarse en casa de un pecador.
8 Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y a quien haya defraudado le devolveré cuatro veces más».
9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también él es hijo de Abrahán. 10Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo perdido».
 
Comentario 

Una frase popular dicta: “No todo lo que brilla es oro”. Parece que el autor del Apocalipsis conocía esta máxima al interpelar a la comunidad de Laodicea diciendo: «Dices que eres rico, que tienes abundancia y no te falta nada; y no te das cuenta de que eres desgraciado, miserable y pobre, ciego y desnudo...» (Ap 2,17). Laodicea era rica al ser un centro comercial dentro del mar Egeo, pero su comunidad cristiana se había empobrecido y no en bienes materiales, sino en su práctica cristiana. Qué difícil construir una comunidad solidaria y protectora que tiende a la ostentación y las relaciones desiguales. El autor del Apocalipsis usa una ironía pedagógica. Invierte el sentido del término “riqueza” para desvestirlo de una dimensión material y darle un tono relacional y existencial. Si en la riqueza material “endiosada” encontramos la pobreza, ¿dónde está la riqueza? Jesús nos dirá que se encuentra en la solidaridad, la justicia, y el cuidado de la persona que sufre. ¡Trabaja por la riqueza del Reino de Dios!