Editorial

“Dios está cerca, a nuestro alcance. No viene con el poder de quien quiere ser temido, sino con la fragilidad de quien pide ser amado” (Mensaje del Papa Francisco, 55 Jornada Mundial de la Paz, 01 de enero 2022).

Comenzamos la andadura de este nuevo año con las alarmas encendidas por la variante “omicron” que va causando revuelo por la rapidez de los contagios; pero nos alienta y llena de esperanza la pronta recuperación de los infectados. Y es que seguimos comprobando que la humanidad ha recibido en su “natura”, sagrada y perfecta, la capacidad de defenderse y regenerarse. Este es el regalo que Dios nos ha traído en Jesús para sostenernos en la fragilidad de nuestra carne. No viene con engaños o artimañas sino con la humildad de una propuesta transformadora y vivificadora. La Buena Nueva del Reino nos invita a gestar actitudes, hábitos y prácticas que apuesten por la rehabilitación de la vida; otra manera de relacionarnos entre nosotros y con el mundo, que permita “vida digna” y “bienes compartidos”. Durante estos primeros días del año acompañamos a Jesús que, impulsado por el Espíritu, va devolviendo esperanza y alegría a nuestro mundo; sabiamente su “Palabra” pone énfasis en lo verdaderamente importante, para no distraernos en lo efímero y pasajero. Atendamos al Dios anunciado por Jesús, que en lo pequeño y sencillo nos invita a suscitar encuentros portadores de vida y esperanza.