Primera lectura: Gál 1,6-12:
He recibido el Evangelio
Salmo: 110:
Doy gracias al Señor de todo corazón
Evangelio: Lc 10,25-37:
¿Quién es mi prójimo?
27a Semana Ordinario Tranquilino Ubiarco (1928) Ana Schäffer (1925)
25 En aquel tiempo un doctor de la ley se levantó y, para poner a prueba a Jesús, le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?26 Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees?
27 Respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo.
28 Entonces le dijo: Has respondido correctamente: obra así y vivirás.
29 Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Jesús le contestó: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Tropezó con unos asaltantes que lo desnudaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.
31 Coincidió que bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo.
32 Lo mismo un levita, llegó al lugar, lo vio y pasó de largo.
33 Un samaritano que iba de camino llegó a donde estaba, lo vio y se compadeció.
34 Le echó aceite y vino en las heridas y se las vendó. Después, montándolo en su cabalgadura, lo condujo a una posada y lo cuidó.
35 Al día siguiente sacó dos monedas, se las dio al dueño de la posada y le encargó: Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta.
36 ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes?
37 Contestó: El que lo trató con misericordia. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.
Comentario
Es interesante el diálogo que sostienen el doctor de la ley y Jesús. Parece que este hombre está preocupado por lo fundamental de la “vida eterna” y por eso pregunta qué es lo más importante. Jesús responde afirmando que el núcleo del evangelio, según Lucas, es el amor solidario. Aquí se sintetiza toda la ley y los profetas. Además, le propone la parábola del buen samaritano, en la cual se subraya que el amor es capaz de superar todas las barreras legales y religiosas que separan y clasifican a las personas, desde su proximidad a Dios y su observancia de la Ley.
Jesús enfatiza que el centro de la ley es el amor concreto, vivido a la manera del samaritano anónimo que sintió compasión. Solamente la solidaridad salva al hombre. En la comunidad de Lucas, la presencia de personas de diferentes etnias y culturas podía representar un problema. Con esta parábola Lucas afirma que la capacidad de ser hermano es más importante que todas las leyes.