Primera lectura: Job 9,1-12.14-16:
El hombre no es justo frente a Dios
Salmo: 87:
Llegue, Señor, hasta ti mi súplica
Evangelio: Lc 9,57-62:
Te seguiré a donde vayas
26a Semana Ordinario Jerónimo (420)
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, uno le dijo:57 Te seguiré adonde vayas.
58 Jesús le contestó: Las zorras tienen madrigueras, las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
59 A otro le dijo: Sígueme. Le contestó: Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre.
60 Le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el reino de Dios.
61 Otro le dijo: Te seguiré, Señor, pero primero déjame despedirme de mi familia.
62 Jesús le dijo: El que ha puesto la mano en el arado y mira atrás no es apto para el reino de Dios.
Comentario
Nos sigue resonando la voz de Job, forzado por sus amigos, a hacerle preguntas a Dios. Nosotros también queremos poner a prueba a Dios, cuestionándolo, buscamos respuestas, confiamos ciegamente en Google, necesitamos seguridades, una cama donde reclinar la cabeza, un nido, certezas y respuestas. Jesús nos invita a seguir un camino nada seguro: sin “madriguera”, sin nido, sin sitio, casa, donde reclinar la cabeza. El modelo es Él mismo, que se confía en el Padre.
El proyecto de Jesús es una respuesta a nuestras muchas preguntas. La respuesta no es la curiosidad, sino que es una Persona que da plenitud y vida verdadera. Los pobres nos enseñan a vivir así, confiados, esperanzados, libres. Evocamos la actitud del salmista: “A ti te suplico, confiaré en tu auxilio”. Es la misma actitud del santo de hoy San Jerónimo, poniendo toda su confianza en la Palabra, “dichoso el que camina en la ley del Señor”.